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Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?. Así todo buen árbol da buenos frutos, pero árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que por sus frutos los conoceréis. Mateo 7:15 al 20 Versión Reina Valera 1960

Sencillamente como dice en ésta parte del evangelio de Mateo, nuestro Señor menciona los "frutos malos" y los "frutos buenos" que hacen referencia parabólicamente a las obras que realizamos en nuestro diario vivir. Mucha gente dice ser: "Cristiana" o "temerosa de Dios" pero sólo en las apariencias, sólo de la boca para afuera pero, lo más relevante a la hora de discernir si alguien es genuinamente un siervo de Dios, una persona íntegra y creyente de verdad; sólo basta con darse el tiempo de observar sus comportamientos, si miente u actúa con doblez, si se jacta de ser sabio o si intenta disimular su egocentrismo con humildad falsa etc, etc.. en definitiva, muchas conductas pueden haber en la gente que delaten un "árbol que da malos frutos" y aunque no somos quienes para juzgar es bueno observar, ser cauteloso, porque mucha es la gente que pregona su amor y su fe pero pocos son en verdad aquellos que realmente andan delante de Dios y de los hombres sin fingir, sin esconder interés monetario, sexual, político o de cualquier tipo en vez de ser verdaderamente honestos y humildes.