¿Quién te creés que sos para juzgar?
by Unknown on Nov.22, 2009, under condenar, jueces, juicio, juzgar
1ª de Pedro 4:14 al 19 Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador? De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.
Romanos 2:1 al 5 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo. Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios.
Dos cosas tengo para decir a aquellos que juzgan a las demás personas con ligereza o que pretenden difamar a alguien, y también a aquellos que intentamos servir a Jesús.
Primero: Si sirviendo a Jesús, la gente te maldice, habla todo tipo de mentiras y te menosprecia; sos BIENAVENTURADO! y Ojo!, Lo dijo Jesús no yo, Gloria a su nombre! (Mateo 5:11 y 12); porque significa que el Espíritu Santo está reposando sobre tu vida y es absolutamente normal que ésto suceda, ya que nuestra lucha no es contra carne y sangre sino contra principados y potestades (Efesios 6:12). No nos enfrentamos a “las personas” sino a lo que hay dentro de “esas personas”, contra el príncipe de éste mundo. Es muy importante tener en cuenta que también hay una realidad espiritual, una guerra constante contra Satanás y sus espíritus de mentira y maldición que se pasean por toda ésta tierra, engañando a la gente y seduciéndola al pecado.
Segundo: Siempre que levantes un dedo para juzgar a alguien, cuidado, no se te caiga!; porque el “juicio que haces contra una persona tiene más que ver con tú realidad, que con la realidad de quien juzgas”. Quien juzga, lo que hace es simplemente sacar a la luz su disconformidad con algo que está experimentando dentro suyo para poder condenarlo en otra persona. Mucho cuidado antes de hablar de alguien o de condenar alguna actitud u acción del prójimo!, porque “Juez” hay uno solo y no necesita que nosotros hagamos de “abogados penalistas” si no que quiere que practiquemos la piedad y la misericordia.
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Romanos 2:1 al 5 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo. Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios.
Dos cosas tengo para decir a aquellos que juzgan a las demás personas con ligereza o que pretenden difamar a alguien, y también a aquellos que intentamos servir a Jesús.
Primero: Si sirviendo a Jesús, la gente te maldice, habla todo tipo de mentiras y te menosprecia; sos BIENAVENTURADO! y Ojo!, Lo dijo Jesús no yo, Gloria a su nombre! (Mateo 5:11 y 12); porque significa que el Espíritu Santo está reposando sobre tu vida y es absolutamente normal que ésto suceda, ya que nuestra lucha no es contra carne y sangre sino contra principados y potestades (Efesios 6:12). No nos enfrentamos a “las personas” sino a lo que hay dentro de “esas personas”, contra el príncipe de éste mundo. Es muy importante tener en cuenta que también hay una realidad espiritual, una guerra constante contra Satanás y sus espíritus de mentira y maldición que se pasean por toda ésta tierra, engañando a la gente y seduciéndola al pecado.
Segundo: Siempre que levantes un dedo para juzgar a alguien, cuidado, no se te caiga!; porque el “juicio que haces contra una persona tiene más que ver con tú realidad, que con la realidad de quien juzgas”. Quien juzga, lo que hace es simplemente sacar a la luz su disconformidad con algo que está experimentando dentro suyo para poder condenarlo en otra persona. Mucho cuidado antes de hablar de alguien o de condenar alguna actitud u acción del prójimo!, porque “Juez” hay uno solo y no necesita que nosotros hagamos de “abogados penalistas” si no que quiere que practiquemos la piedad y la misericordia.
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